Sunday, May 26, 2019


Deuda Externa, una pésima historia sin fin

El Ecuador nace como república a inicios del siglo XIX, lo hace endeudándose con Inglaterra motivado en el deseo de independencia, a partir de allí dicha deuda y otras que vendrían, conformarían la Deuda Externa que ha resultado impagable y se ha convertido en un lastre para el desarrollo del Ecuador.

La deuda externa es la cantidad de dinero que adeuda un país a acreedores de otros países.

La Deuda Externa del Ecuador para enero del 2019, según datos del Banco Central del Ecuador es de 45.015 millones de dólares, dividido esto en 36.805 millones de deuda pública (Estado) y 8.210 millones de deuda privada (particulares), tomando en cuenta que el Presupuesto General del Estado en este año es de 31.318 millones, se torna una deuda bastante onerosa. Por qué la deuda ha ascendido a valores casi impagables, muchas son las causas, pero entre ellas la corrupción y el despropósito de los préstamos se imponen.


El inicio de la búsqueda de la independencia ecuatoriana no se da desde el pueblo, sino desde un grupo de criollos que deseaban tenar más poder político, en otras palabras quitarle a España tal poder, para ellos. Partiendo de allí, a este grupo de “patriotas” lo que realmente le importaba era su propio beneficio, sin tomar en cuenta lo endeudado que dejarían al futuro país. Esa historia luego se repite una y otra vez, gobiernos que asumen sus mandatos bajo el manto de intereses particulares, lo que ha quedado luego al finalizar sus periodos, es un país mucho más endeudado, sin obras que justifiquen dichas deudas.

No sólo es el hecho de endeudarse, sino el de asumir medidas económicas impuestas por los prestamistas, que lo que hacen es afectar a la misma economía que se dice intentar fortalecer, ya que el interés de estas organizaciones más allá del monetario, es el de mantener países en deterioro económico, para así poder controlarlos eh influir sobre ellos, en base a la presión de los préstamos.
Por supuesto que la imposición de los organismos financieros internacionales como el FMI y el BM mediante cartas de intención, va acompañado de la inoperancia de las autoridades de turno, que no negocian los préstamos sino que aceptan desde la comodidad de cumplir con ciertas obligaciones económicas y no sobre la base de una planificación que derive en que dichos fondos, puedan generar ingresos.

El actual presidente ecuatoriano Lenin Moreno, encabezó las negociaciones con el FMI en el que alcanzaron un préstamo de 4.200 millones de dólares para el país, si tanto se dice por parte del gobierno que dicho préstamo es beneficioso, por qué no se hace pública las condiciones que se asumieron. Aunque no se las diga se las siente, como fue el aumento de los combustibles, las nuevas leyes laborales, despido de trabajadores públicos, etc.

Han existido renegociaciones de deuda favorables al Ecuador, la última de ellas en 2009 en donde el gobierno de Rafael Correa declaró a la deuda como ilegítima, logrando una reducción considerable de la misma. Pero aquellos logros se ven borrados por las siguientes autoridades que adoptan otras políticas y lo ahorrado se ve nuevamente perdido. 

Los proyectos de ajuste económico que se aplican luego de adquirir una deuda, afectan en especial a las personas de bajos recursos, al llamado pueblo, aquellas millones de personas que al final, son los que asumen las deudas adquiridas por los administradores del Estado.

En el Ecuador, a diferencia de lo que sucedió en otros países de la región, no se logró fragmentar, alienar y domesticar a las capas populares, al movimiento indígena, al movimiento campesino y a los reclamos regionales, tampoco al sindicalismo, de todas maneras debilitado en este contexto de ajuste. Y son precisamente estos segmentos de la población, "obstáculos para el desarrollo" desde la perspectiva del gran capital y del paradigma neoliberal, los que podrían desarrollar propuestas que conduzcan a un desarrollo sostenido y sostenible, incluyente y autodependiente, solidario y democrático."
Alberto Acosta
(Procesos económicos contemporáneos)

Son justamente esa parte de la sociedad la que se mantiene en resistencia, la que se torna en obstáculo para que los gobiernos de turno hagan y deshagan con la economía del país y de los ecuatorianos, aunque su fuerza se ha visto mermada en los últimos años, siguen siendo la voz que los gobiernos intentan acallar.


Tan poco clara es la manera en que se maneja la deuda ecuatoriana, que el presidente Lenin Moreno afirmó en el mes de mayo del 2019, que la deuda adquirida por el  gobierno de Rafael Correa asciende a 75.000 millones de dólares de los cuáles nadie tenía conocimiento, de dónde apareció tamaña cifra, porqué el ejecutivo actual tardó tanto en dar a conocer estas cantidades a pesar de haber sido parte de ese mismo gobierno, muchas preguntas sin responder, así tal cual, ha sido el manejo de la deuda, más dudas que certezas. En este escenario nada favorable a las masas, la realidad de un Ecuador endeudado sea con China, BM o FMI está lejos muy lejos de cambiar.


Nuestros padres fundadores también fueron nuestros padres deudores y como “buenos” hijos, hemos seguido su legado, para nada patriótico.

David Figueroa- Facso 2019

La Migración Mundial - 5 primeros datos https://infogram.com/prueba-1h7k23jw1m7k4xr?live